sábado, 8 de octubre de 2016

LA CIENCIA DE LOS PELIRROJOS

Mutaron genéticamente para poblar las tierras del norte y se han encontrado con la incomprensión del resto del mundo. Explicamos qué hay detrás de las pecas, la piel blanca y el pelo anaranjado.



Figura 1. ¿Por qué algunos hombres tienen solo la barba pelirroja? ¿Qué puede llevar a la gente a pensar que los pelirrojos dan mala suerte? ¿Se extinguirá algún día este color de pelo?




El pasado 17 de septiembre se celebró en pleno centro de Londres el primer Red Hair Day UK. Cientos de personas con el pelo carmesí entre los asistentes, organizadores y artistas se reunieron allí con una misión: reivindicar el color rojo, las pecas y todo lo que hace a los pelirrojos diferentes. Y en este punto cabe preguntarse: ¿qué sentido tiene reivindicar un color de pelo? 

La fascinación provocada por su aspecto no ha sido siempre positiva y la historia les ha sometido a las mismas penurias que a todo grupo o individuo que no ha entrado dentro de lo “normal”. Incluso hoy, en pleno siglo XXI, muchos niños sufren acoso escolar debido a su color de pelo o su piel blanca. 

Hace unos años, con motivo de un capítulo de la conocida serie de animación South Park, en el que se proponía la creación, de manera irónica, del Día mundial de patear a un pelirrojo, 5000 personas apoyaron en las redes sociales la creación de esta barbaridad. 

Lamentablemente, no son una excepción las personas con esta pigmentación que aseguran haber sufrido alguna vez algún tipo de acoso.

Como suele pasar con todo lo que está fuera de lo "normal", la ignorancia les ha obligado a vérselas con la superstición. Muchos cuentan cómo observan que algunas personas se tocan un botón para así “evitar la mala suerte”. Esta costumbre se cree que tiene su origen en el Imperio Romano. 

También los egipcios los consideraban los fieros descendientes del dios Set; en la tradición judeocristiana y durante la Edad Media, eran asociados con los personajes más despreciados de la Biblia (Caín, Judas Iscariote o María Magdalena) e incluso las mujeres eran consideradas brujas y condenadas a morir en la hoguera. 

Pero el fin de esta época no supuso el fin del odio hacia este pequeño sector de la población y, en el siglo XX, Hitler quiso prohibir el matrimonio entre pelirrojos. [1]

Tras siglos de peligroso desconocimiento, ¿sabemos a día de hoy qué originó este exótico color de pelo?

Neandertales, radiación y vitamina D

Nuestra cadena genética tiene entre 50 y 70 genes involucrados en la pigmentación, pero solo uno de ellos es el responsable de la existencia de los pelirrojos: el MC1R. Cuatro o cinco variantes de este gen impiden que el cuerpo produzca el tipo más común de melanina, la eumelanina, de color marrón oscuro. Por este motivo, las personas con esta mutación solo pueden fabricar la otra clase de melanina existente: la feomelanina, de color rojo. 

Hay estudios que sitúan el origen hace 500000 años, pero no se conoce con seguridad. Algunas de las mutaciones propias de los pelirrojos se encontraron al secuenciar el genoma de los neandertales, los cuales poblaron zonas de Europa y Oriente Medio. 



Figura 2. Distribución de pelirrojos en Europa


Hoy en día, las zonas con mayor población de pelirrojos son, con mucha diferencia, Irlanda, Escocia, Inglaterra, Holanda, Alemania, Islandia y Noruega. 

La ventaja principal de esta mutación es la capacidad de sintetizar vitamina D en zonas de muy poca incidencia de luz solar. Dicha vitamina es imprescindible en la formación de los huesos y se forma en la capa superficial de la piel al contacto con los rayos UV




Figura 3. Transformación de la Vitamina D

Una piel clara, con una menor producción de melanina y menor protección ante estos rayos, la fabricará con mayor facilidad que una piel más oscura. Por el contrario, en las zonas cercanas al trópico, las personas tienen que ser muy oscuras para poder defenderse de la radiación solar, así que todos producen eumelanina

Una mutación delicada

Hasta el momento, concluimos que la piel de los pelirrojos es más sensible. Tanto es así, que hay estudios que aseguran que el riesgo que tienen de sufrir melanoma (uno de los más agresivos y raros cánceres de piel) es muy alto, similar al de otra persona expuesta al sol durante 20 años. 

Esto se debe a la desprotección de la piel de la que hablábamos antes, de manera que las células pierden el control con el paso del tiempo y se origina el tumor. 

Y la misma mutación que en la piel produce las pecas, en el sistema nervioso lleva a que estas personas tengan el umbral del dolor más bajo y que su sangre tarde más en coagular. 

Por su pequeño número y quizá alimentados por esta aparente fragilidad que les da la genética, la idea de la extinción de los pelirrojos ha sido recurrente, más allá de aquella ocurrencia delirante del tercer Reich. Pero, mientras tanto, ellos seguirán celebrando sus diferencias por todo el mundo.



Figura 4. Pelirrojos celebrando el Red Hair Day UK





Referencias:


María del Carmen Díaz Liñán
Mónica Sánchez Parra


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